El castigo físico tiene el resultado opuesto al que buscan los padres. Los azotes son perjudiciales para los hijos.
Una investigación, publicada en el Journal of FamilyPsychology asocia el castigo físico a una mayor probabilidad de desarrollar conductas desafiantes hacia los progenitores, de exhibir comportamientos antisociales y de sufrir problemas psicológicos.
Entre estos perjuicios están la baja autoestima; el carácter introvertido; diversos problemas de salud mental; tendencia a relaciones negativas padre/hijo; deterioro de las habilidades cognitivas, y un mayor riesgo de padecer abuso físico por parte de sus progenitores
Ayudar a los padres a optar por otros métodos de disciplina
La Asociación Americana de Pediatría, aparte de alertar de los riesgos anteriormente citados, da varios consejos para “aplicar la disciplina de una forma correcta”,según indica en su página web:
1. Póngase en el lugar de su hijo. Usted debería ser consciente de sus límites. Tal vez lo que usted entiende como mala conducta,puede ser, simplemente, que el pequeño no entienda la diferencia entre bien o mal o no pueda hacer lo que usted le demanda.
2. Piense antes de actuar. Si necesita respirar cinco segundos, hágalo. Luego actúe y cuando siente una regla sea consecuente y cúmplala hasta el final.
3. No ceda. Si su pequeño llora en el supermercado porque quiere caramelos, no se los dé para parar el llanto, aunque sea fuerte.Si no, la próxima vez su hijo actuará de la misma manera. Que no nos pueda el cansancio.
4. Cree rituales que los pequeños entiendan. A los niños les facilita mucho saber lo que va a ocurrir después. Si saben que hay una hora de tele, no se debería superar ese tiempo nunca. "Romper la rutina hace que muchas veces los niños se aprovechen y nos pongan a prueba", aseguran los expertos.
5. Preste atención a los sentimientos de su hijo. Intente buscar patrones que se repitan y así será capaz de reconocer lo que le dice su hijo y actuar en consecuencia.
6. Aprenda de sus errores. “Si no consigue controlar bien una situación, no se preocupe por ello”, aseguran desde el organismo.“Intente pensar como lo habría hecho de otra manera y trate de hacerlo mejor la próxima vez”.
7. Pida perdón. Si siente que se ha equivocado,discúlpese. Hacerlo mejorará la relación con su pequeño y crea un modelo de actuación.
Por último, no se olvide de premiar los éxitos de su hijo.Es tan importante o más que reprender sus malos comportamientos.
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http://elpais.com/elpais/2016/05/01/actualidad/1462120551_804523.html
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