Terapia psicológica infantil y adolescentes

El desarrollo en la infancia y en la adolescencia está marcado por la adquisición de gran cantidad de competencias y habilidades que, de no alcanzarse de forma adecuada puede comprometer la adaptación como adultos.

En nuestra Consulta de Psicología estamos especializados en la detección y el abordaje de los problemas que se puedan dar a lo largo de estas etapas evolutivas, para así promover un desarrollo saludable de niños y adolescentes.

Nuestros pacientes son tratados tanto por trastornos clínicos (depresión, hiperactividad, ansiedad, etc.) como por problemas subclínicos (fracaso escolar, desobediencia, timidez, etc.), que sin ser considerados psicopatologías, reducen la calidad de vida de los niños y adolescentes, así como la de sus familias y personas cercanas.

A continuación citamos los motivos de consulta más habituales de nuestros pacientes en nuestro centro sanitario de Psicología:

• DEPRESIÓN En el trastorno depresivo se observa, que de forma brusca, el comportamiento del niño o del adolescente ha cambiado de forma sustancial respecto a cómo era hasta ese momento. El paciente puede mostrar alguno de los siguientes síntomas: (leer más)
  • apático, sin interés por cosas que antes le atraían
  • triste sin causa aparente
  • su capacidad de disfrute está disminuida
  • ansiedad, agitación, irritabilidad
  • insomnio
  • fatigado
  • pérdida del apetito
  • dificultades de concentración, interfiriendo en el rendimiento escolar
  • pensamientos sobre el tema de la muerte
  • frases negativas sobre sí mismo

  En la adolescencia, la depresión aparece frecuentemente en forma de conducta antisocial (agresividad, negativismo,...), deseos de irse de casa y de retraerse socialmente, sentimientos de ser incomprendido, malhumor, irritabilidad,...

  
  
  
• ADICCIONES: DROGAS, ORDENADOR Y JUEGO: Las adicciones pueden afectar la salud y la calidad de vida de quien las padece y también de las personas de su entorno más próximo. En las adicciones la conducta de consumo está fuera del control de la persona que las padece. Las primeras señales de alarma empiezan a saltar cuando aparecen problemas de tipo personal y familiar: (leer más)

  • cambios de carácter (impaciencia, irritabilidad, nerviosismo)
  • dificultades en las relaciones familiares (discusiones, aislamiento)
  • consecuencias en el rendimiento escolar
  • pérdida del interés por las personas y resto de cosas que no sean el consumo.
  • Consecuencias sobre la salud
  • Consecuencias sobre la economía familiar.

  
  
  
• FRACASO ESCOLAR. Ante las primeras dificultades que presente el niño o adolescente es importante que tratemos de apoyarle aportándole recursos para que pueda resolver con éxito el problema de unas calificaciones negativas y no se quede con la idea de que no puede con ello. (leer más)

  Las causas del fracaso son múltiples, y en la Consulta tratamos factores individuales que impiden dedicarse con éxito a las obligaciones escolares, como son ansiedad, depresión, baja autoestima, baja motivación, adicciones, etc.

  
  
  
• BULLYING (ACOSO ESCOLAR). La agresión (insultos, desprecios, amenazas, etc.) en el centro escolar va minando la estabilidad y capacidad de reacción del alumno acosado haciendo la situación insostenible, con signos evidentes de desesperación, que hace que los adultos tomen conciencia del problema. (leer más)

  En muchos casos se producen estados de ansiedad, depresión, fobia escolar, baja autoestima, que precisan tratamiento psicoterapeútico.

  
  
  
• HIPERACTIVIDAD (TDAH). El trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad es un problema de funcionamiento de la actividad cerebral que provoca dificultades para mantener la atención, controlar los impulsos y hace que el paciente pueda tener una conducta motora excesiva. Aunque no existe cura, si que es posible mejorar la conducta, las relaciones sociales y la adaptación general mediante el tratamiento psicoterapeútico combinado con el farmacológico. (leer más)

  El TDAH es más frecuente en niños que en niñas y se suele detectar en el inicio de la etapa escolar.

  Los síntomas que aparecen con claridad son:

  • movimientos de manos, pies,...frecuentes, que denotan inquietud.
  • dificultad por permanecer sentado, así como por esperar turno.
  • dificultad por mantener la atención centrada en actividades
  • se distrae con facilidad ante cualquier estímulo
  • habla en exceso, interrumpe actividades de otros
  • no escucha lo que se le dice.
  • muestra dificultad en seguir las instrucciones que se le dan
  • cambia con facilidad y frecuencia de actividad, sin acabar ninguna
  • suele perder objetos necesarios para la realización de las tareas
  • suele realizar actividades físicas peligrosas
  • sus trabajos escolares son descuidados y generalmente inacabados.

  
  
  
• PROBLEMAS DE CONDUCTA: AGRESIVIDAD, ENGAÑOS Y ROBOS. En este apartado nos referimos a un grupo complicado de problemas emocionales y del comportamiento en los jóvenes. Los niños y adolescentes que sufren de estos desórdenes tienen mucha dificultad en seguir las reglas y en comportarse de manera socialmente aceptable. (leer más)

  Los niños y adolescentes con problemas de la conducta manifiestan algunos de los siguientes problemas de comportamiento:

  Agresión hacia las personas y los animales:

  • acosa, intimida o amenaza a los demás,
  • empieza peleas físicas a menudo,
  • usa armas que pueden causar daño físico serio a otros (por ejemplo, palos, ladrillos, botellas rotas, cuchillos o revólveres),
  • es físicamente cruel con las personas o animales,
  • roba a sus víctimas mientras las confronta (asalto), y
  • obliga a otro a llevar a cabo un acto sexual.

  Destrucción de la propiedad:

  • deliberadamente prende fuegos con la intención de causar daño, y
  • deliberadamente destruye la propiedad de otros.

  Engaños, mentiras o robos:

  • fuerza la entrada en el edificio, casa o automóvil de otros,
  • miente para que le den las cosas, para obtener favores o para evitar las obligaciones, y
  • roba artículos sin confrontar a la víctima (por ejemplo, roba en las tiendas, pero sin forzar su entrada para robar).

  Violación a las reglas:

  • se queda la noche fuera de la casa aunque tenga la objeción de sus padres,
  • se escapa de la casa, y
  • deja de asistir a la escuela cuando le parece.

  Sin el tratamiento, muchos de estos muchachos con desórdenes del comportamiento, no lograrán adaptarse a las demandas que conlleva el ser adulto y continuarán teniendo problemas en sus relaciones sociales y manteniendo un empleo. Clínicamente pueden ser diagnosticados de padecer los trastornos psicológicos negativista-desafiante y/o disocial.

  El Trastorno negativista -desafiante se define por un patrón persistente de conducta hostil, excesivo para el contexto sociocultural y el nivel de desarrollo del niño/a y que le causa un deterioro significativo en su funcionamiento social. Las conductas características del trastorno son: la frecuente pérdida de los nervios, discusiones repetidas con los adultos, continuas y deliberadas molestias a otras personas, censuras a otros por sus errores, se molestan fácilmente con otros, suelen enfadarse y estar resentidos y suelen mostrarse con frecuencia rencorosos y vengativos.

  El Trastorno disocial se refiere a la presencia recurrente de conductas destructivas y transgresoras de las normas sociales, en el comportamiento del individuo. Este trastorno supone un problema clínico importante por sus características intrínsecas - implica un desajuste social-, sus posibles consecuencias - una parte importante de los niños/as que lo padecen mostrará algún tipo de desajuste en la edad adulta- y por su frecuencia - es el más comúnmente diagnosticado. El rasgo principal del Trastorno disocial es un patrón de conducta persistente en el que se transgreden los derechos básicos de los demás y las principales normas sociales propias de la edad.

  
  
  
• TIMIDEZ Y FOBIA SOCIAL El temor o aislamiento de los demás puede convertirse en un problema cuando interfiere en la capacidad de relación, tanto en el colegio como a la hora de hacer amigos. Puede repercutir en el rendimiento escolar, dificultad para defenderse a sí mismo, causar trastornos psicosomáticos, etc. Las causas que la provocan suelen ser : (leer más)

  falta de habilidades sociales, baja autoestima, poca asertividad, etc.

  La fobia social se diferencia de la timidez en que en ésta se puede llegar a controlar la ansiedad e ir abriéndose a determinadas personas según van conociéndolas, a los niños con fobia social les resulta imposible controlar el miedo a estar con otras personas.

  Podemos encontrar las siguientes características en la fobia social:

  • Rechazo a relacionarse con los niños de su edad.
  • Síntomas físicos: rubor, dolor en el abdomen, temblores, taquicardias…
  • No participan en clase e incluso pueden negarse a ir.
  • Mutismo selectivo: Sólo hablan con las personas que conocen bien. Con los demás, se mantienen en silencio incluso aunque se dirijan a ellos directamente.

  Los niños con fobia social expresan su ansiedad a través del llanto, los berrinches y la oposición firme a relacionarse con los demás.Es un error muy común confundir este trastorno con una timidez que ya pasará. Este trastorno puede no desaparecer e incluso empeorar. Los niños con fobia social no tratada pueden desarrollar depresión, aislamiento, problemas de aprendizaje, baja autoestima y pocas habilidades sociales.

  
  
  
• MIEDOS Y FOBIAS ESPECÍFICAS. La fobia es un miedo irracional y desproporcionado respecto a un objeto o situación real que se lo provoca; el paciente lo vive como una "auténtica" amenaza, de ahí la angustia y el pánico que le suscita. (leer más)

  Como resultado de ello, intenta "evitar sistemáticamente" esa situación: es, en ese momento, cuando la situación de miedo pasa a ser fóbica (esa es su estrategia, "evitar").

  Aunque la persona reconoce que ese miedo que siente es excesivo, no puede controlar su reacción. El grado de incapacitación que ese miedo provoca en el sujeto es lo que marcará la gravedad de ese trastorno fóbico.

  
  
  
• TRASTORNO DE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN: El niño presenta una excesiva ansiedad acerca de la separación del hogar o de las personas hacia quienes tiene una fuerte relación de apego. La ansiedad de separación se caracteriza por los siguientes síntomas: (leer más)

  • Sufrimiento excesivo cuando se separa al niño de la persona que lo cuida en primera instancia.
  • Preocupación acerca de la pérdida o daño a la persona que le brinda los cuidados.
  • Renuencia constante a ir a la escuela u otros lugares debido al miedo por la separación.
  • Renuencia a acostarse sin la presencia cercana del adulto significativo.
  • Pesadillas
  • Quejas físicas repetitivas

  
  
  
• TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO. Cuando hablamos de "obsesión" nos referimos a cualquier pensamiento o imagen mental que permanece en la conciencia de la persona, de forma repetitiva e indeseada. (leer más)

  La "compulsión" es la actuación estereotipada de la obsesión que tiene la persona

  En las obsesiones siempre está presente la necesidad de realizar algún ritual; este ritual va siempre acompañado de ansiedad. Si este ritual es interrumpido, desencadena en el niño una crisis de irritabilidad y agresividad. Suelen desaparecer espontáneamente; en algunos persisten, pues son tolerados o incluso favorecidos por el medio familiar, quedando como rasgos de una personalidad obsesiva.

  Las obsesiones y compulsiones en niños no se diferencian de las de los adultos; sí son distintas en la forma de presentación.

  Las obsesiones más frecuentes suelen ser:

  • sobre daños o peligros potenciales
  • sobre la suciedad, los gérmenes,...

  Y las compulsiones más frecuentes:

  • lavado de manos
  • manipulación de objetos
  • rituales al acostarse

  
  
  
• TRASTORNOS DEL SUEÑO Los principales motivos de consulta por problemas de sueño en esta etapa de la vida son: las pesadillas, terrores nocturnos, el insomnio y los problemas que presenta el niño para acostarse. (leer más)

  • Pesadillas. Se trata de reacciones de miedo ante los sueños desagradables; estas reacciones pueden llegar a ser aterradoras. Normalmente, responden a sentimientos de inseguridad, preocupaciones, miedos,...Aparecen con frecuencia en niños inseguros y ansiosos, que se preocupan mucho por las cosas.
  • Terrores nocturnos. Suelen aparecer a primeras horas de la noche. El niño está agitado, llora, grita, suda y se percibe que está angustiado. En los terrores nocturnos, muy frecuentemente, el niño no recordará nada de lo que le ha causado ese malestar, por tanto no se les debe interrogar esperando que nos cuenten lo sucedido. Si insistimos no generaremos más que confusión. Hay que diferenciarlo de las pesadillas, que se producen más frecuentemente al final de la noche, y donde el niño puede contarnos lo que ha vivido en el sueño (ensueño). Los terrores nocturnos afectan a un 3% de los niños, principalmente entre los 4 y 12 años
  • Insomnio. Es la dificultad de conciliar el sueño o, de que una vez conciliado, el niño se despierta y no puede volver a dormirse
  • Problemas al irse a dormir. Consiste en que el niño muestra resistencia a acostarse por diferentes motivos(miedo a la oscuridad, miedo a no despertarse, por sentir inseguridad cuando está solo, por preferir la compañía y la atención de los padres,...), siempre recurriendo a excusas y/o a conductas manipuladoras. Mientras el niño va consiguiendo alargar el momento, va consiguiendo dosis suplementarias de atención y retrasando la angustia que le produce la separación.

  
  
  
• PROBLEMAS DE ALIMENTACIÓN: En la Consulta abordamos el tratamiento de los trastornos clínicos de la alimentación que son la anorexia y la bulimia, y otro problemas que sin ser psicopatologías, afectan a la calidad de vida del niño y de sus familiares y cuidadores, como: el niño que no quiere comer y el que come en exceso. (leer más)

  • Anorexia nerviosa. Hay una notable alteración de la percepción de la propia imagen corporal, que lleva al/la paciente a no comer, no por perder el apetito, sino por un miedo intenso a engordar; a pesar de estar delgadísimas, hablamos en femenino, pues en su mayoría las pacientes son mujeres, se quejan de "estar gordas". Esto les lleva a combinar, en algunos casos, episodios de bulimia (de ingesta descontrolada de alimentos, con la posterior provocación de vómitos, toma de laxantes y/o diuréticos,... ya que no han perdido el apetito.
  • Bulimia. Consiste en ingerir descontroladamente comida (en cantidad y rápidamente), con una sensación de falta de control sobre dicha voracidad. Suele haber una gran preocupación por el peso o la silueta. No es extraño que se alternen episodios de bulimia con vómitos provocados para compensar el incremento de peso, así como el uso de diuréticos, laxantes, dietas y ejercicio.

  
  
  
• TRASTORNOS DE ELIMINACIÓN En este apartado incluimos la enuresis y la encopresis.
  
  1.- La enuresis es la emisión involuntaria de orina por el día o por la noche, a una edad en la que se espera que haya control al respecto, es decir, más allá de los 3-4 años. (leer más)

  Hay una serie de factores que pueden predisponer al niño a padecer enuresis:

  • algún problema físico: una vejiga pequeña o de musculatura débil.
  • iniciar demasiado tarde el hábito del control de la orina
  • circunstancias críticas emocionalmente (factor psicológico)
  • un ciclo del sueño muy profundo que le impide recibir el aviso de "vejiga llena".

  2.- La encopresis consiste en que el niño hace sus deposiciones fecales (heces), repetida e involuntariamente, en lugares que no son adecuados para ello, a una edad en la que se espera que haya control al respecto, es decir, más allá de los 3-4 años. La encopresis suele estar asociada a:

  • unos malos hábitos de aprendizaje: presiones excesivas o rigidez al exigir que el niño controle a una edad aún temprana para hacerlo.
  • al estreñimiento crónico, que provoca una distensión del colon y la consiguiente pérdida del tono muscular, con lo cual se producen esas pérdidas.
  • también puede ser síntoma de depresión infantil u otro trastorno.